Los edificios suponen un 40% del gasto energético europeo y son responsables del 36% de las emisiones de gases de efecto invernadero. La Unión Europea tiene claro que en el camino hacia la descarbonización, cuya meta ha fijado en el año 2050, es fundamental actuar sobre millones de viviendas ya que, el 75% de los edificios se construyeron antes de que entraran en vigor las primeras directivas europeas sobre eficiencia energética, y de estos, el 80% seguirán en pie en el año 2050.
El plan de la Comisión Europea para aumentar la rehabilitación energética de edificios en toda la UE, llamado Renovation Wave, reconoce el papel de la descarbonización de los edificios no solo en la acción climática, sino también en la creación de empleo y la recuperación económica.
La rehabilitación de estos inmuebles mejorarían la sostenibilidad en el sector inmobiliario y supondría la creación de miles de puestos de trabajo en nuestro país en los próximos años. Concretamente, el Mitma afirman que podrían llegar a sumar más de 400.000 empleos en los próximos años si trabajase el mismo porcentaje de personas que en la media de los países europeos de nuestro entorno.
Este ambicioso plan europeo comienza a materializarse en nuestro país, cuya Estrategia Nacional de Rehabilitación (EREESE) ha obtenido la mejor calificación de la UE, destacándose del resto de países. El plan de rehabilitación y regeneración urbana, que superará una inversión de más de 5.000 millones de euros, prevé hacer más eficientes energéticamente 480.000 viviendas en tres años. Esto supone rehabilitar 160.000 edificios al año, un verdadero reto teniendo en cuenta que el ritmo actual medio es de 30.000 anuales.
El desglose de esta partida a tres años es el siguiente: 2.400 millones para vivienda y barrios; 500 millones para ciudades de menos de 5.000 habitantes; 1.080 millones para edificios de comunidades y ayuntamientos; 1.000 para edificios de la Administración del Estado; 20 para que las entidades locales diseñen sus planes de acción de la Agenda Urbana, y 300 de una convocatoria que ya ha sacado el Instituto para la Diversificación Energética.
En la gestión de todo este proceso y para alcanzar los objetivos nacionales y europeos, va a ser vital facilitar las gestiones a realizar por medio de una ventanilla única, donde se facilite la gestión y transmita al ciudadano la importancia de donde proviene el recurso económico (Europa), como lo distribuye el Estado a las CC.AA (quienes tienen competencias en la materia) y en última instancia, los ayuntamientos.
Sin embargo, aun con un objetivo claro y marcado, financiación y voluntad por parte de las administraciones para llevarlo a cabo, no se puede dejar de lado la importancia de la demanda de la sociedad, que hoy por hoy es escasa, ya que sin ella es imposible alcanzar el objetivo y realizar este gran cambio. Queda mucho trabajo por realizar de concienciación social, ya que no existe una obligación legal para la rehabilitación. El proceso de la rehabilitación comienza con la autorización del ciudadano. Por ello, una constante comunicación en un lenguaje que llegue a la persona, es vital para lograr ese punto de arranque que nace a partir de la concienciación.
En todo caso, la rehabilitación no debe ser entendida como un gasto, sino como una inversión. Es decir, la mejora permitirá un precio superior de venta y revalorizará el inmueble.